miércoles, 26 de mayo de 2010

LA FÁBRICA DE POETAS - Nº 60-
revista virtual de poesía
26/05/2010
Coordina: Alejandra Menassa de Lucía


Cuadro "Tulipán Abstracto" de Miguel Menassa



VENGO A BUSCAR LO QUE BUSCO

Has oído la música
los violines sonando y al unísono
rotos por el paso de las moscas.
Has oído la música
acordes quebrados, fracturados huesos
masónicas tempestades, ululan tés pesos.
Vengo a buscar las notas, los acordes, los sueños
a buscar he venido las basuras, los excrementos
las joyas y las beldades, los murmullos y los estruendos.
Y lo que busco no lo hallo
por que la ausencia de lo buscado
es lo que encuentro.
Ausencia de lo buscado
análisis de materia infinita, anatómico átomo
de infinitesimal tamaño metafórico.
Aquí me postro ante tu desaparición
con la rodilla sobre la arena
me maldigo, por no encontrarte, me maldigo .
Sabiendo que vengo a buscar lo que busco
encontrando apenas nada.

M. Carmen García Mateos



“Cuatro baladas” de Miguel Menassa

ARPEGIOS DE LO HUMANO

Si el arco diminuto que acaricia las desafinadas cuerdas de lo humano,
descubre tras de sí, la sonoridad de la palabra
se abre un arpegio entumecido.

Nunca olvides lavar tus manos antes de rozar la caja del violín.
Besa el alma con que te toca,
y reposa tu corazón sobre su edad.

Nunca temas amarlo como aman las bestias a sus enemigos
como hieren de los amantes las palabras blasfemas
como luchan las estelas sobre el mar.

Si esculpe tu voz,
el viejo testamento de la luz
el noble limo envuelto en alas de libélula,
rozará las crisálidas en la mañana,
y tus manos, ¡oh tus manos!, escribirán un poema.

¡Pero nunca haces caso a tus maestros!
Tus manos se quedan tiesas, petrificadas, mudas
en el ascenso a un pico
imposible de escalar, por fiel.

Tus pies, descalzos,
y tus palabras muertas de espera en el vestíbulo
de dolorosos estertores y dulces momentos e hijos malogrados.

¡Venga hombre! ¿No ves que tu fiebre acabará con la piel del mundo
si tus brotes se riegan y alzan al olvido?
¿No ves que la luna existe porque alguien la incoaba en sus noches?
Hombre que tan alto llegaste, ¿no ves que es imposible caer, pues, a pesar de ti, existen otros hombres?


Virginia Valdominos



“Volcánica luz” de Miguel Menassa

A TI MUJER QUE PASAS
A ti mujer que pasas lujuriosa y volátil
surgidora frenética de lascivas oquedades
sombra fugaz entre magnolias de seda
A ti dedico este canto ciego y silente.


Fernando Ámez Miña

jueves, 13 de mayo de 2010

LA FÁBRICA DE POETAS


LA FÁBRICA DE POETAS - Nº 58-
revista virtual de poesía
12/05/2010
Coordina: Alejandra Menassa de Lucía


Cuadro: Jacek Yerka

YO SOY LA GRAN BLASFEMA

Y cuando digo blasfema,
¡blasfema!,
me arrodillo con la cabeza bien erguida,
juntas las palmas de mis manos
y maldigo en series interminables de titubeos
entre el amor y el odio.

Terca para encontrarte
anudo la mentira en mi garganta sin ahogarme
y tú, desde el cielo, entre las nubes
vivaz de pies inquietos
locuaz en la verdad,
silencioso,
más cerca del hombre que de Dios,
apuras el tiempo fraudulento
que solo existe en el deseo.

Salgo a la calle para verme partir
desde una ventana blanca,
desde una ventana iluminada por la luna
donde me veo, nocturna, para desaparecer
en un destino nombrado,
feliz y cruel.

¿Cruel?,
¿crees que dejaré de quererte aunque te sea infiel con esa otra palabra?
esa ventana, ¿es el mundo o es tu mundo?

Es el cristal con marco, pared, techo,
pero desde donde veo las estrellas,
¡huelo las estrellas!,
me como las estrellas,
me revuelco en su brillo,
y aterrizo suavemente con el viento golpeando
como un aleteo de pájaro.

La fantasía infiel cae sobre mis calles agrestes
y vuelvo a encontrarte vituperando a Jesús y a la Biblia,
renombrando a la muerte en un baile de sedas,
solo, vacío, con todo para dar,
desnudo y bello,
allí, aquí, en el mundo.


Susana Lorente Gómez



Cuadro: Yacek Yerka



CON LA PRISA DEL FUEGO.

Una experiencia sacralizada,
guarecida de las inclemencias del viento,
con la prisa del fuego,
mariposeaste mi espalda,
llegaste a la techumbre de los faros
en la neblina diaria.

Mares de amianto y
vespertinos encuentros con la sal de unos labios,

Lunas que relinchan
polvo y arena.
Navíos pétreos derramo
embalsamando tu cuerpo.

Con la prisa del fuego,
agudizo la sinfonía del universo,
Con la prisa del fuego,
Anochezco,
Grito,
Mantengo espejos derretidos
Cuál Ícaro en el cielo.

Con la prisa del fuego,
afloran lisonjeras brisas
abrumadoras,
perpetran una historia ya contada,
pergeñan aves de paso
que manidas fueron las sombras
de nuestros caballos.

Heme aquí,
acompañado,
cubierto con la alevosía
de lo iracundo, de lo demoledor,
dinamitero del pensamiento común,
adalid de las vanguardias,
espejismo de versos venideros.


Sergio García Soriano



Cuadro: Jacek Yerka

HAY SEIS HOMBRES UNO POR CADA SOL

En la soledad de lo desconocido
encuentro tu nombre pegado a mi recuerdo
me pregunto por cada mirada
por cada sueño que no llega al abismo
de la perpetuidad.
Interrogo cada una de las lágrimas caídas en
el charco de lo ausente, vacío en
el baúl de un postrimero desencuentro,
calamidad con el gusto eterno.

Cada sol es una lámpara prendida en el vacío,
un hombre a punto de naufragar
en medio de un campo de maíz.
La pequeña mancha de luz crepuscular
que mueve la inmensidad de los tiempos.

El hombre es esa pequeña imagen que
nunca llega a encontrarse.

M. Carmen García Mateos




Cuadro: Jack Yerka



NO ME CONTÉIS MÁS CUENTOS!

“Sobre mis muertos de hoy, el mundo de mañana levantará la
Primera Casa del Hombre”.
León Felipe

No me contéis más cuentos.
Mi cara en el espejo deshojado
mira a esa mujer despedazada.

Su voz pronuncia tiempos inmemorables
que continúan su viaje hacia el olvido.

Sus ojos, tras muchos ojos,
carne de cientos de años,
a miles de acres de luz,
avistan un horizonte desprevenido.

Venda sus ojos para no excusarse,
aprieta las cuerdas que rodean su cuello
y abre las piernas
para observar la escena.

Y sangra.
Sangra palabras lumínicas
atravesadas por sed y crepúsculo
por el ocaso de la tierra del hombre,
en sus manos: la primera casa.

Hoy recuerdo su nombre.
Es una mujer atada, por un cordón de oro,
a la esperanza.


Virginia Valdominos




Cuadro: Jacek Yerka

MANOS DE UN HOMBRE

Son mis manos
mi único recuerdo,
aluvión desesperado,
cañones de silencio.
Cines desiertos
apatrullan infiernos.
Mi carne
–cielo raso—
se hace estocada fugaz,
vieja historia repetida
como cadalso en la tierra.
Arrebatados eclipses
acompañan mis manos.
Escenas donde la carne
se hace fulgor de viento
huella alejada en el vértigo
de un millón de palabras.

Fernando Ámez Miña




Cuadro: Jacek Yerka


AL PIE DEL DECLIVE AMARGO


Poco a poco me iré liberando de todo, de casi todo
No del amor, más sí de su intolerancia.
M.O.Menassa


¿Quién canta cuando estás dormido?

Quizás las horas que rozan tu inmenso cuerpo de roca y oleaje
y se arremansan sobre la orilla del primer rayo de luz.
No sé cómo adentrarme hasta ti.

Te pregunto,
¿qué es el amor,
cuando somos la corteza de algún recuerdo
y no sirve la semilla del viejo tronco talado?

Abrazada a mí, tu ausencia,
tu doble sin réplica,
en la casa vacía que respira sin acritud,
ni esperanza, arrastro el habla hasta los confines.

¿Cuánto tiempo tardarás en marcharte?


Elena Conchello






RÓMPETE COMO SE ROMPE EL CRISTAL HACIENDO MÚSICA
Verso de León Felipe
Como un violín atormentado,
busco el sonido que me saque de mí.
Abrir las compuertas de mi voz,
para que mi voz se aleje de mí, todo lo posible.
M.O.Menassa
Ensordece los oídos de los débiles al bailar.
Recoge los pedazos de vida endurecidos por el paso del tiempo y moldéalos.
Limpia la sangre seca que anega los gritos de libertad
La carne de sobra, amorfa, tírala.
A los costureros del alma informa que no quieres remiendos sino
una nueva piel con la que caminar.
Que te llamen por otro nombre si es necesario.
Que todos escuchen tu música,
los chasquidos de tus huesos como el cristal,
los acordes nuevos de los que eres capaz,
rómpete sí, pero
rómpete como se rompe el cristal haciendo música.

Marta Herráez González