viernes, 10 de diciembre de 2010

LA FÁBRICA DE POETAS - Nº 69- -2ª época-





LA FÁBRICA DE POETAS - Nº 69-
-2ª época-

revista virtual de poesía
01/12/2010

Coordina: Alejandra Menassa de Lucía





"Elegy" de William Adolphe Bouguereau









“LLAME FUERTE COMO PARA DESPERTAR A UN MUERTO”
Jean Eustache

Y los nudillos dejaron de responderme
Para unirse a un solo brazo
A una sola voz al margen de la desesperación
La que finaliza el invierno.
No será acaso la un tierno despertar
de una inocencia en ciernes
que maquillada al punto de la desenvoltura
y en continua contienda
lucha por hacerse un hueco a la vera de los vivos.
Descartando la posibilidad del vacío absoluto
tan sólo queda
el viaje de los valientes
donde la belleza dejo de prestar su encanto
a las paredes del abismo
para mostrarse como palabra
límpida y ecuestre a lomos
de una bella canción
que a penas suena
para repetirme, cuando te llame
acude sin nada , muéstrate tan amable
como la hoja verde a punto de brotar
y sígueme como la caída lánguida de ojos
al borde del abismo que tu palabra muerte produce



M. Carmen García Mateos


HABITACIÓN PARA HOMBRE SOLO

¿Para qué un día más en las lóbregas
fuentes del Hudson?
Embarqué hacia memorias
de éxtasis y terror,
un lento idioma de pasión indomable
crecía en mis carnívoras orejas.
En mi paladar
pálido azogue donde
fría y perezosa
una mujer desnuda en rayos de luna:
me reclama.
Sus ojos, ¡sus ojos!, tienen un niño azul
que se derrama.



Sergio García Soriano




EL ACENTO ME PENDE DEL ZAPATO

A Cesar Vallejo

Esto no es el fuego.
Ni la insolencia de una interrogación.
No es gobernar la inmensidad.
Estoy llena de sarcófagos vacilantes
que caen gota a gota
en tu mirada de tormenta,
¡impaciente ahorcado!
El acento me pende del zapato
y tu cuerpo muerto
sobre mi pecho deshecho
es tan liviano
que las cuencas de mis ojos
roídas por los tiburones
se agazapan
y te persiguen.
Son ríos envolviendo
escondidos laberintos
bajo el sol
de la blanda
sangre segadora.



Rosa Puchol




RETORNO DE LA INVARIABLE POESÍA

Imágenes motoras
pueblan la ciudad.
Tenue sortilegio
de futuras crisálidas de tungsteno.
Mezcla de soledad poblada
y ciega agonía.
Trasuda perplejidad ajena
en el sueño metálico
imprimiendo rumor de albatros
sobre marejadas de luz.
Líneas de majestad inverecunda
colorean con sangre
el penúltimo latido,
esplendoroso vaivén cruento.
Nubes de ausencia
calman la sed de sitibundos piratas
rígidas marionetas
batallando navales singladuras
soliloquio desquiciado
feroz escalera hacia
imaginadas noches de amor.
Invariable retorno de la poesía:
agota manantiales
desgrana tormentas
explosiona fecunda
en el propio vientre
de la palabra escrita
en la piel del tiempo.


Fernando Ámez




ABRID ESTA TUMBA, AL FONDO SE VE EL MAR

Abrid esta tumba,
no dudéis, no temáis,
al fondo se ve el mar.
La voz del poeta emerge de las profundidades
para darnos su aliento y llevarnos
hasta la orilla de los versos.
Su palabra latido constante de vida
al abrigo de los vientos,
refugio de soledades
donde habita el deseo.
Caminar por tu playa, siguiendo las huellas
hasta el ocaso del tiempo.



Carmen Parra

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